Calcetines ¿nuevo elemento de prevención?
En toda obra de construcción la palabra casco creo que es la que más se emplea y repite durante la ejecución de una obra. No sé porque pero siempre que entro o salgo de una obra se escucha ¡niño el casco! o lo tipico ¡que viene el de seguridad, poneos todos el casco!.
Pues bien el artículo de hoy trata sobre los calcetines, si eso es los mismos que van entre el pie y la bota de seguridad (no te mires el calzado que seguro que hoy llevas zapatillas o calzado inadecuado para andar por un forjadillo).
La historia de los calcetines viene que en una obra de demolición me comentó un Project Management que tenia un defecto en mi vestimenta, yo sorprendido le dije ¿el que? a lo cual me respondio «no llevas los calcetines abrazando los bajos del pantalón y debería ser obligatorio».
Es decir que a pesar de llevar casco, botas, chaleco y no se que más también ¡calcetines!, donde vamos a ir a parar.
El motivo de ese comentario fue que venia de trabajar de una obra en Korea del Sur, y allí todos los empleados llevaban los calcetines por encima del pantalón siendo un hábito de obligado cumplimiento, y se realizaba para evitar enganchones durante la ejecucion de la ferralla, hormigonado, etc.
Ahora bien, levantar la mano cuantos os habeis enganchado en el mallazo del forjado o en una punta con el bajo del pantalón. Yo.. SI,jejeje.
Si alguien tiene alguna anecdota parecida mandarme por mail el caso y lo compartiré con todos vosotros.
Saludos.
Ahora mismo me encuentro con la mano levantada!! Yo también he sido victima de ese mallazo.
Una anécdota muy curiosa a la par que constructiva, es un detalle en el cual no había caído y parece realmente útil.
Como se nota que los asiáticos van un paso por delante nuestra!
Eso si, dile tu a alguien en la obra que se meta el pantalón por dentro de los calcetines y verás que cara te ponen, si ya les cuesta ponerse el casco, esto ya ni te cuento, jeje.
Yo recuerdo en una obra en la que estaba trabajando de jefe de producción, en la que le pedí al oficial que me midiera in-situ el fondo de un pozo de resalto ya ejecutado. Pobre hombre, bajó hasta la altura de la axila y como el pozo era estrecho, cuando quiso salir no tenía espacio para subir el pie al pate superior y como no tenia fuerza para salir a pulso con los brazos se quedó un ratillo alli atascao, hasta que me puse detrás suya y le saqué agarrándole por debajo de los brazos. Menos mal que nos apañamos, porque le daba tal verguenza que no quería llamar a nadie, jeje.